No te apresures. A veces, la emoción de tener un cachorrito en casa es tan grande que corremos a la tienda para mascotas a comprar y comprar y comprar.
Lo mejor es, antes de gastar mucho dinero en bultos de comida, permitirte un tiempo suficiente para conocer los gustos de tu perro.
En el mercado existen numerosas opciones de alimento especialmente diseñado para cachorros, con distintas fórmulas que le ayudan a su digestión y favorecen su crecimiento saludable.
Por ejemplo, puedes optar por alimento seco o húmedo. Este último es más recomendable cuando los dientes del cachorrito no han terminado de formarse. En ese caso también puedes mojar un poco el alimento seco con agua para ablandarlo.
Sin embargo, no todos los alimentos son adecuados para tu perrito en particular. Por ejemplo, es relativamente común que algunos perritos tengan alergias a los componentes de la comida, como las proteínas que se utilizan o las harinas de maíz, por ejemplo.
En este caso, el animal rechazará el alimento y podría llegar a presentar vómitos o diarrea. Al consultar con el veterinario seguramente te aconsejará probar con comida casera o fresca.
Durante los primeros meses de tu perrito puedes acompañar su comida con diferentes bocados y suplementos: no dudes en consentirlo con un poco de pollo (sin piel, sin huesos y sin sal), huevo cocido, manzana, zanahoria o incluso mantequilla de maní.
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